lunes, 3 de septiembre de 2012

Pero tú...

Porque yo, corazón, también soy humana, porque fumarme un cigarrillo a escondidas y beberme una copa de wishky es normal si no estás tú. Me nacen esas ganas locas de bañarme en besos y esculpir palabras en el aire, de cogerte por el cuello y perder los modales, como en aquel ascensor de París...
Me tiembla el alma cuando la luna se aprecia, y las mantas se enredan entre los dos... mi amor... con el sabor de aquel sábado metidos en el coche...

Ha llegado a saturarme la idea de haber visto morir el amor tantas veces. Lo bonito del principio y el nosequé del final de aquel que me prometió el cielo y solo me enseñó la luna, del que quiso besarme y se equivocó, de aquel  que me hizo hacer locuras y me prohibió contarlas... y joder, de aquellos chicos-puente, los que consiguieron sacarme de la rutina para más tarde rebozarme en el barro, esperar y desesperar, esos que crearon canciones bonitas, a los que quité el sueño y dejé sin palabras cuando parecían tenerlas todas.

Pero tú, tú solo buscas alguien que te siga el paso ligero de las calles vacías, alguien que entone el cubata en la emisora correcta para beber las palabras que te ahogarían.



viernes, 27 de enero de 2012

Melancolía...

Hay momentos, situaciones en las que apreciamos la belleza de la vida, cosas simples, sencillas que nos llenan de paz, de felicidad y que simplemente nos hacen pensar en la suerte que tenemos. No, no me ha pasado nada especial para decir esto, simplemente reflexionando (cosa que suelo hacer a menudo) he recordado el brillo de unos ojos marrones que hace tiempo deje atrás, unos ojos de perro que también eran azules como el mar de Brighton, con sus playas abarrotadas de piedras que resaltaban así la belleza del propio oleaje, he recordado los abrazos de aquella gente que conocí cuando tan lejos de mi tierra me encontraba. Momentos de la infancia, momentos de mi juventud loca y curiosa por probar, por experimentar, y equivocarme para  aprender de los errores... Días de lluvia y tormenta en los que alguien no me dejaba salir del coche muriéndome de miedo a causa del temporal, días malos en los que no quise lebantarme de la cama y solo me apetecía llorar, porque gracias a ellos se que puedo coger fuerzas y comenzar a andar de nuevo con más ganas que antes. Recuerdos como la música clásica para escribir, mis relatos, los primeros poemas, los primeros premios, las primeras derrotas...
El primer beso, el primer chico,  el primer desamor, el primer día de universidad muerta de miedo, los campamentos, un profesor que deja huella en tu vida...
Y me han dicho que podemos encontrar cosas perfectas de principio a fin, está claro cada uno de los momentos vividos ha sido perfecto porque ha sido único y las cosas únicas suelen ser las mas bonitas...




miércoles, 25 de enero de 2012

Sensaciones...

Que bonitas aquellas montañas que despiertan en la mañana con un manto de nieve arropándolas de todo frío que puedan tener, que bonitas las palabras, los atardeceres y  las chimeneas que se encienden y calientan corazones fríos que habitan en cuerpos destrozados por el tiempo y la soledad…

Que bonitos los ojos que curiosos buscan la verdad, la belleza, el entusiasmo de unas calles que aun dormitan en un invierno lúgubre donde reina la oscuridad….

Y que bonita la vida, que mientras una melodía se compuso en el ático de aquella ciudad cuyas calles dormitaban para despertar en una mañana como otra más, decidió no levantarse para poder soñar.

sábado, 29 de octubre de 2011

!#!

Sus dedos, inquietos, se mueven en aquella mesa de terraza de verano. No puede dejar de sonreir, la felicidad es ese algo a lo que siempre se ha sentido demasiado aferrado.
El sol hace que su pelo brille en mechones largos reflejo de esa vida austera y meláncolica que se a empeñado en llevar y es que nunca le ha hecho falta nada porque él siempre se ha conformado con tenerla al lado y ahora solo le queda soñar...ella se ha marchado...

jueves, 27 de octubre de 2011

Salamanca... musa de historias...


Traqueteo consciente de carreteras negras, viaje continuo. Guiño de ojos al sol que me alumbra en Salamanca fría, Salamanca oscura.
El invierno ha llegado y la lluvia grita bajo calles estrechas con paredes escritas.
Universidad milenaria, historia solemne, ciudad que enseña la sabia vida a la ingenua gente.
Matemáticas puras, médicos conscientes con filosofía absurda de pájaros en mente.
Río caudaloso de vaivén relativo, Tormes que engendra a aquel Lazarillo, en un ápice de ver el mundo con ojos de niño.
Silueta oscura de aquel que bajo un olmo escribió toda clase de dudas…  Salamanca, fría, Salamanca oscura…



Ojos de perro... alma noble...

Caminando por esa acera llena de historias viejas sin prisa, encuentro tus ojos, y me pierdo en ellos, en esa historia escrita para hacer un mundo mejor. Pienso en tu sonrisa, esa que siempre me ha hecho sombra, aparece cuando cruzo la esquina y después del primer beso te abandona...
Quedate a contar aquellas madrugadas que me prometiste, quedate a cantarme bajito y a tocarme esa guitarra vieja que tanto añoro en ciudad grande que no cobija...
Y susurrame al oído palabras que no estén escritas...
Las aceras de piedra gritan, les resbalan las gotas de lluvia fría en invierno oscuro de corazones nobles y mentes marchitas.
Y decirte de nuevo aquello de que tus ojos... simplemente, son poesía...

lunes, 10 de octubre de 2011

...Carta...

Buenas noches,  ¿cómo te va todo por allí? yo he empezado la universidad y estoy muy contenta, gente nueva, experiencias enriquecedoras y responsabilidades que me hacen madurar poco a poco. Tranquilo, no he dejado de escribir, se que te encantaban mis historias... ojalá pudieses leer todas las cartas que te he escrito en estos dos años... que rápido pasa el tiempo, ¿verdad? ya dos años, justamente hoy... y parece que fue hace nada cuando te fui a visitar por última vez, tu estabas muy malito y yo te sonreía, estaba orgullosa de ti, les habías relatado a todos mis hazañas en Panamá, te debía aquella sonrisa, te debía tantas cosas...; todos estaban muy tristes y eso me daba rabia, quería hacerte sentir feliz, que vieses que estaba allí y que no estaba triste, no contigo mirándome, y te dije que te quería y tu me sonreiste porque ya lo sabías... 

¿Sabes que he aprendido a hablar italiano? se que tu querías que fuese francés para así ayudarme con la pronunciación, pero me recuerda demasiado a ti, a tu historia, la de un hombre valiente y luchador que algún día narraré pues es digna de ser escuchada...

Por lo demás todo sigue parecido, unos más ocupados que otros pero tan unidos como de costumbre, así que como ves, allí a lo lejos, donde la luna brilla, puedes seguir estando orgulloso de nosotros.

Hasta siempre